Este callejón de características estéticas muy especiales, típico, silencioso y armoniosamente bello, debe su nombre a una leyenda originada durante la colonia, la que cuenta que en la calle vivía un matrimonio español con una hija muy bella, quien era novia de un comerciante joven de nombre Cosme de Taboada. Una noche de niebla típica de esta región, estaban los novios despidiéndose por la ventana, cuando pasó un ebrio que sin más saco un puñal con el que hirió al desprevenido joven; ella, al ver herido al dueño de su amor gritó “Cosme, Jesús te Ampare”. En ese entonces la gente lo llamaba “Callejón de la muchacha de Jesús te Ampare”, quedando reducido al paso del tiempo como “Callejón de Jesús te Ampare”.