Como menciona el Dr. Cuauhtémoc D. Molina García en su blog Atenienses por Xalapa, este callejón es un pedazo de sueño, un verdadero paisaje arrancado a los recuerdos y a las añoranzas. Es una escena montada en una ciudad que se nos fue para siempre.
Este legendario callejón tiene un nombre que evoca un suceso de la época en que Xalapa era Villa. Había llegado una familia de España con una joven de diecisiete años. Se trataba de una bella muchacha, que se puso de novia con un estudiante xalapeño. El prometido, un año mayor que ella, tenía permiso de los padres para visitarla formalmente. Cada noche, el joven iba a verla, y hasta ya muy tarde, la amorosa conversación de la pareja se prolongaba.
Un día nublosos y de chipichipi, pasó junto a la ventana de la casa un sujeto borracho, que estaba resentido por la muerte de su esposa, y al ver la dicha de los enamorados, tuvo ganas de matar.
La pareja platicaba de sus proyectos de matrimonio, a través del enrejado.
El joven que estaba apoyado en los barrotes, no vio al borracho acercarse y sacar de entre sus pantalones una navaja, con la que le produjo numerosas heridas mortales sobre la espalda.
La prometida, aterrorizada, sólo pudo exclamar:
“¡Que Jesús te ampare!”.
Es por eso que a esa calle le denominaron “Callejón de Jesús te Ampare”.