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odos los días a las 08:00 de la mañana, salgo de casa para tomar el camión que me llevará al trabajo. Para ello debo cruzar la Avenida 20 de noviembre, y hacerlo resulta la mayor parte de las veces, complicado, aun y cuando contamos con baches y zonas de cruce peatonal.
Por un lado, están los conductores de automotores que rara vez se detienen para cederte el paso, y por otro lado, están las personas que se cruzan por donde sea! arriesgándose a un accidente. Muchas veces, después de observar detenidamente ambos casos, me he dado cuenta que nuestro problema es la falta de educación vial que tenemos.
Partiendo de ello puedo asegurarles que no es una tarea sencilla la de incorporar en una sociedad hábitos inexistentes. Basta con pararse junto a un semáforo o junto a una zona de cruce peatonal para que quede claro que existe casi una nula conciencia vial.
Pero no queda allí todo, lo peor es que lejos de estar creando los hábitos adecuados en las futuras generaciones, los padres olvidan que sus formas frente al volante, pronto serán imitadas.
La educación vial forma una “conciencia vial” que no sólo previene los accidentes de tránsito, sino que forma usuarios de la vía pública disciplinados y seguros, resultando de ello una sociedad tranquila, autoprotegida y gozosa de mejor salud y una calidad de vida superior.
En los últimos días habilitarón un cruce peatonal nuevo, a un lado de la Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa, bien pintado y con señalización en ambos lados, pero me pregunto, ¿basta esto para que nos sedan el paso? me parece que juntamente con esto a parte de “A más velocidad, mas topes”, hace falta una campaña en medios, para transmitar y educar a la sociedad Xalapeña, en el uso adecuado de las vias en las que dia a día nos movemos.
En horabuena por el trabajo del municipio, solo pedimos nos arreglen los baches de 20 de noviembre, frente a la Quinta de las Rosas.
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