Hace algunos ayeres que no les compartía mis visitas a los nuevos espacios de la ciudad, por ellos les quiero platicar lo que me deja a la primera visita que he hecho a este nuevo lugar, ubicado enfrente de los lagos.
Varios amigos me había ya hablado de las cervezas alemanas que alli se pueden degustar, y con suerte, es posible acompañarlas con un poco de música en vivo.
Para comprobarlo, el viernes decidí pasar rápidamente, estaba lleno, al parecer unos minutos antes unos cuates habían estado tocando.
Me acerque a la barra y pedí una cerveza y una salchica.
Al no ser un bebedor talentoso, disfrute la cerveza, sin embargo la salchica me quedo a deber mucho; por el precio en verdad espere poder degustar un mejor platillo.
Me tomé la cerveza, crucé la calle y me compré un pay, y regresé a casa.
No habiendo sido suficiente dicha experiencia, ayer invite a mi hermano a tomarnos una chela por su visita, ya que hace un tiempo vive en Monterrey y cuando se da una vuelta por aqui, siempre lo llevo a lo nuevo.
Fui por unas cartas, por que no llegaban, revisamos las opciones y fuimos a la barra a pedir. La chica dijo que solo tenían un solo tipo de cerveza, las demás agotadas. Pedimos una jarra y yo un baguette.
Unos minutos después nos llevarón a la mesa la jarra y mi baguetillo, y una vez más quede sorprendido del servicio.
Los meseros se toman el tiempo de explicarte la carta y uno escoge y paga en barra, pero ayer, ni servilletas tuve al alcance cuando me comía mi baguette.
Si quieren una cerveza, creo que es un buen lugar, pero si quieren un baguette, pueden visitar otros lugares que por el mismo precio estan mejor servidos y mejor atendidos.
No olviden que el que paga manda.
Costo de consumo: $130.00.